La quiromancia (Del griego kheir: mano, y manteia: adivinación) forma parte de la quirología (del griego quiro-keir = mano, y logía-logos = estudio, ciencia) encargada del estudio de la forma de las manos, dedos, palma y las líneas.
La quiromancia se centra en el análisis de las líneas y montes de las manos, los cuales por medio de la observación, revelan supuestamente el perfil psicológico y fisiológico de una persona.
Aunque suele ir íntimamente ligada a la adivinación y a las ciencias ocultas, siempre ha existido una considerable aceptación popular.
Actualmente es considerada como pseudociencia por la corriente escéptica.
Algunos sitúan los verdaderos orígenes de la quiromancia en la India (Samudrik Shastra), hace más de 2.000 años antes de Cristo.
El primer texto conocido sobre el tema es el Die Kunst Chiromantia, publicado en 1475. Uno de los más famosos lectores de manos era conocido como Cheiro (su verdadero nombre era Louis Hamon). No está claro cómo llegó a Occidente, pero fue practicada por los griegos. Se pueden hallar referencias de la quiromancia en textos árabes del siglo XI, XII y XIII.
Esta práctica tuvo un gran auge en los siglos XVIII y XIX en Europa; tiempo en el que la ciencia se interesó en el tema con investigaciones anatómicas, morfológicas y dermatológicas.
Se han realizado estudios de investigación sobre la quiromancia en relación con algunas condiciones médicas, como por ejemplo la línea simia y el Síndrome de Down. Asímismo existen trabajos de investigación que relacionan características de la mano a enfermedades psicológicas como Desorden Deficitario de la Atención e Hiperactividad AD/HD o Esquizofrenía y la longitud de los dedos relacionados con la homosexualidad, depresión y aptitud para la música.
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